miércoles, 12 de octubre de 2011

Fragmentos de la Puerta baja..

"Esta puerta nos muestra la delimitación de dos mundos, el mundo interior y el mundo exterior, lo sagrado y lo profano, entre la luz y las tinieblas.  Para acceder al mundo sagrado debemos ser guiados, porque el hecho de haber vivido en las tinieblas no nos permite ver la luz que se asoma al otro lado, estamos ciegos, nuestras cadenas nos tienen atrapadas y carecemos de libertad"....



martes, 11 de octubre de 2011

La puerta baja y el piso mosaico..


LA CAMARA DE REFLEXION



Paredes negras, el espacio reducido
una silla, una mesa, 
azufre, mercurio, sal, pan y agua
La muerte mirando, sin piel, sin ojos, y sin ningún sentido
El frío abriga y el espacio no permite girar
La soledad de los pensamientos le daba vueltas al reloj de arena
El tiempo corría una y otra vez, pero no es el tiempo que se conoce
Por el contrarío parecía detenido pese a su movimiento
Leer V.I.T.R.I.O.L
Recordando todos los interiores oscuros
El vientre  materno
La caverna de Platón
Las profundidades del Averno de Dante
El viaje de Psique al Hades en una de sus pruebas
Pruebas que hasta ese día no había comprendido
Había leído cuentos iniciáticos y ahora estaba ahí
Sumergida bajo tierra en mi primera prueba
en mi propio cuento


II
Al cerrar los ojos la vista mira hacia adentro
Esta oscuro
Los pensamientos mas tenebrosos pasan por todo el cuerpo
Arde la sangre y tiembla la memoria
Los miedos aparecen como fantasmas
Algo de esta oscuridad nos dice que hay que rectificar
Que ese mundo interior no puede ser tan oscuro
Que si las polaridades del universo se hacen correspondencias con nuestro ser interior
Debe entonces haber un sol que  ilumine
Y con los ojos cerrados debemos encontrarlo
Deben morir entonces todas esas impurezas
Esos malos aprendizajes a los que nuestra alma se somete
A la que la humanidad mas vil nos aleja de nuestro destino
Pasar a la cámara de reflexión nos acerca a nuestro yo mas oscuro
Las ganas de llorar no faltaran
El descenso a los infiernos nos levantará del sueño
Y el gallo cantará…

lunes, 10 de octubre de 2011

Camara de Reflexión


V.I.T.R.I.O.L
“Visita Interiora Terras Rectificatur Invenies Ocultum Lapidum”

Todo empieza bajo tierra, en el hueco mas oscuro de nuestro ser interior, ver lo mas humano de nuestra mascara, nuestras incapacidades, que no son mucho más que nuestros miedos que oprimen  nuestra voluntad para impedir nuestro crecimiento, mirarse ahí en la calavera sin piel, sin ojos, en el silencio mas sepulcral de todo nuestra existencia porque no se no has entregado la llave, no tenemos lengua, ni siquiera se puede escuchar nada, todo esta en silencio, ahí dentro de nosotros, mirando tan hondo que el temor aprieta sin poder emitir palabra alguna, ni llanto, ni grito, porque la salvación de nuestra vida esta ahí, en lo mas penoso de nuestro ser, en el silencio mismo de la noche oscura, el principio de la polaridad hermética,  la oscuridad y la luz no son sino dos aspectos opuestos de una misma cosa, así es el piso de templo, la luna y el sol, este y oeste, norte y sur, oriente y occidente, lo que en resumen, es el Uno, en su máxima expresión, siendo ocasionada la diferencia por la diversidad de grado entre los dos polos del fenómeno o del símbolo que se nos muestra. Estar en la cámara de reflexión es pisar el polo opuesto a la luz que mas tarde se nos mostrará.
Permanecer ahí en el cuarto oscuro nos conduce a ese polo de nuestro ser interior, nuestros vicios se muestran bajo los influjos de la oscuridad, pero una tenue luz nos abraza, el agua y el pan nos dan la esperanza, la sal, el azufre y el mercurio nos hablan de elementos desconocidos con los cuales podemos modificar nuestros mas penosos sentimientos,  reflexionando sobre nosotros y viendo toda nuestra oscuridad es que el miedo se vence, anhelando la luz, si de estar conformes con nuestra vida seria difícil mirar hacia dentro, permitir siquiera nuestra estancia bajo la tierra, porque simplemente la muerte nos aterraría y ese miedo acabaría por encadenarnos al conformarnos como personas.   Emprender el viaje es desear la rectificación, es darle vueltas al tiempo que nos acompaña en ese reloj de arena que se nos muestra, un tiempo que esta detenido y que solo nuestra voluntad es capaz de emprender un nuevo recorrido haciéndole girar, girar sobre nosotros mismos, la rueda de la fortuna en el tarot, el Ouroboros, la serpiente o dragón que se muerde la cola, para después girar en el mundo y comenzar nuestro primer viaje, viaje que comienza con la muerte pero no termina con la iniciación,





viernes, 7 de octubre de 2011

La Fraternidad


Alguna vez escuche  “la guerra es la naturaleza del hombre”, “que desde que el hombre es hombre ha necesitado de ella para estar en el mundo”, hemos peleado con el vecino, con el hermano, con el padre, con alguna persona en la calle, alguna vez.  Pero, ¿es esta la naturaleza del hombre?, si revisamos la Ley de Polaridad de la que hablaban los Herméticos, podríamos quizás encontrar la respuesta a esto, “el amor y la guerra son dos aspectos de la misma cosa”, comparten  una misma línea pero en diferentes grados, los sentimientos de amor y de odio a nuestra especie difieren de grados, es así como la naturaleza del hombre a lo largo de la historia se ha visto reflejada del lado del odio entre los hombres, un odio por falta de tolerancia, de comprensión, de aceptación  con el vecino, con el otro, con el amigo, con el colega, y como no queremos aceptar  nuestras diferencias, entonces nos vamos a la guerra, en vez de mostrar amor y comprender al otro, derrochamos odio y nos inclinamos al lado oscuro.    Si por el contrario logramos que la balanza de esta polaridad este en el punto medio, justo y perfecto, para no mostrar un descontrol en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, y nos inclinamos mas hacia el lado de las virtudes, el mundo sería de otra manera.    Aprender a enfocar nuestro actos en la unión de nuestros semejantes es buscar la verdadera naturaleza humana, en unión, en equilibrio, es la reconstrucción de nuestra naturaleza; Al contrario el hombre ha perdido este conocimiento y ve en la destrucción de los pueblos no afines a ellos su principio, la salvación del mundo.
Hemos perdido mucho tiempo en la historia de la humanidad destruyéndonos nosotros mismos,  las polaridades existen, están ahí, son parte de nosotros, y las experimentamos o sentimos a cada instante.   Pero esa Polaridad tiene dos aspectos distintos, una UNE y otra DESUNE, cada Polaridad tiene su opuesto, y esta en nosotros los hombres cambiar, como la Alquimia lo ha planteado desde el comienzo de los tiempos, “los vicios por las virtudes”.  Si le ponemos mas peso a un lado de la balanza, la balanza no estará en equilibrio nunca, si nos medimos y repartimos equitativamente las partes, el equilibrio reinara, y podremos alcanzar la medida justa y perfecta para todas las cosas.  Aprender a conocernos como hombres es lo primero que debemos hacer, y aprender a reconocer al otro como hermano es lo segundo que debemos aprender, incluso una no se aprende sin la otra, mostrarnos o creernos como seres únicos nos limita nuestro crecimiento, sino podemos vernos en el espejo no seremos nunca capaces de ver a nuestros hermanos e incluso ni ellos a nosotros, entrar en el Templo y mirar los símbolos que nos hablan es comprendernos a nosotros mismos también, nuestros pies andan por el piso mosaico donde las polaridades se nos muestran claramente, el negro y el blanco, unos al lado del otro sin tocar sus caras conviven en un mismo espacio, como las agujas del reloj, las tres agujas conviven en un mismo espacio y en un tiempo a la vez, cada aguja marca su tiempo y juntas hacen la unión de la exactitud del mismo.  También no los muestra el agua dulce y el agua amarga en la iniciación, la luna y el sol, oriente y occidente, los símbolos aparecen mostrando la verdadera naturaleza humana y divina con sus polaridades.    Cada pensamiento tiene su opuesto y esta en el mostrarnos la verdad, por eso no podemos ser radicales, ser radicales en nuestros pensamientos o sentimientos es encontrar el desequilibrio, y nuestro trabajo es reunir lo que esta disperso, como lo encontramos en el símbolo de los frutos de granada sobre las dos columnas a la entrada del templo, una analogía, muchas semillas conforman un todo, y esa unión entre todas las semillas le dan al fruto su majestuosa perfección, si nos encontramos las semillas regadas o esparcidas por ahí ese fruto no seria el encanto que muestra en unión.

El Rito o Ritual


EL RITO o EL RITUAL.
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A mis tres años de edad comienzo a descubrir un nuevo espacio, a penas empiezo a caminar, a veces con buen paso y otras un tanto desbocada , comienzo a saludar con señas porque todavía no se hablar y a penas puedo deletrear, tampoco se escribir aunque fuera del templo no he hecho sino eso. 
EL Rito por lo que veo es un sistema bien complejo en el que comienzo a indagar,  y escribir de él  en si me resulta bastante complicado, porque en principio no podemos hablar del ritual sin incorporar todos los símbolos que encontramos en el templo y en el rito específicamente, símbolos visuales, sonoros y gestuales, todos girando por el templo, y cada uno con su trabajo, haciendo que esta movilidad permita al rito activar y poner en acción a los símbolos.
Empecemos entonces por dar una explicación de lo que es un símbolo, El término símbolo procede del griego “symbolon”, y hace referencia, según su etimología, a un pacto, a un signo de reconocimiento entre el creador y lo creado, que compartían las dos mitades de una misma cosa, donde el rito servía de legitimación y adquiría fuerza de prueba. 
Por otro lado citaremos esta frase de Rene Guenon , en el capitulo XVI “Rito y símbolo” en su libro “Consideraciones acerca de la iniciación”, dice, “Rito y símbolo en el fondo son sólo dos aspectos de una misma realidad; y ésta no es otra, en definitiva, que la correspondencia que vincula entre sí a todos los grados de la Existencia universal, de tal suerte que, gracias a ella, nuestro estado humano puede ser puesto en comunicación con los estados superiores del ser.”
  La ejecución del ritual, que es el verdadero trabajo masónico, en primer lugar porque el rito no es sino el propio símbolo puesto en acción y por tanto no está separado de la idea que conforma al símbolo el cual se manifiesta en el rito, y es por eso que es el vehículo de transmisión de la influencia espiritual. Y en segundo lugar, , porque esa acción está realizada siempre conforme al orden, es decir conforme a las propias leyes del cosmos, pues esta palabra, cosmos, en griego significa precisamente "orden", que es por cierto la traducción exacta del sánscrito rita, idéntica evidentemente a la palabra rito. Cosmos, orden y rito (es decir el símbolo puesto en acción) son entonces tres términos equivalentes, de ahí la necesidad de que el gesto ritual sea realizado lo más perfectamente posible, caminar como es debido, ponerse al orden, saludar a la V.:M y a las dos vigilantes, todo cuanto ocurre en el ritual tiene un orden, un porque que se corresponde con el universo, quizás por esto la “Masonería es Universal”, ya que comprende el principio de correspondencia del que hablaban los Herméticos, “como es arriba es abajo”, “como es adentro es a fuera”, lo cual  nos da la idea de cómo nosotros con el rito buscamos que nuestros pasos, nuestras conductas, nuestras reflexiones, nuestros movimientos y nuestra vida en general operen de la misma manera que el cosmos y que el universo.

El templo se desborda en mi mente llenándome  de imágenes, desde las imágenes fijas que yacen ahí esperando ser activadas, hasta las imágenes corporales que cada una de nosotras realiza  con un gesto simbólico mostrando signos de reconocimiento, después la fuerza de la palabra, imágenes sonoras,  el poder de la palabra comienzan a activar todos los símbolos que hacen girar   el ritual y todo empiezan a dar vueltas, así también  nuestra presencia como aprendizas, compañeras y demás jerarquías le damos movimiento a los símbolos que cada una ejerce con sus cargos, un trabajo y una forma de estar en el pequeño universo, para que la armonía reine en cada ritual y en cada espacio del templo, cada uno de los puestos, de los trabajos representan una función especifica, en el templo, en el mundo, en el universo, y en el cosmos.   Es un universo completo que se despliega y abarca la totalidad del espacio-tiempo cuando nos reunimos para el ritual.
A penas comienzo a intuir algunas cosas, y cada vez que a mis pocos años de edad entro al templo veo algo que no había visto antes, a penas empecé a deletrear algunas palabras con las planchas de “la piedra bruta” y “la cámara de reflexión”, supongo que así iré poco a poco reflexionando sobre cada uno de los símbolos que nos ofrece esta enseñanza, que después se harán síntesis en el conjunto para poder comprender el rito en toda su unidad.
Al orden, de pie, la mano derecha abierta bajo la garganta, los cuatro dedos juntos y el dedo pulgar separado, formando escuadra,  el brazo izquierdo colgando.  Estando así retiramos la mano horizontalmente hacia el hombro derecho y la dejamos caer a lo largo del cuerpo, brazo estirado, para describir una escuadra, conteniendo la agitación de las pasiones que se mueven en  el pecho de la juventud para preservar según dice el manual del grado de aprendiza “toda exaltación febril, susceptible de comprometer nuestra lucidez de espíritu”.
Tres pasos de entrada, estando al orden, y empezando con el pie izquierdo, juntando el derecho a cada paso, formando escuadra, saludar a la V.:M y a las dos vigilantes, caminar guiados por la maestra de ceremonia , tomar asiento, así van ocurriendo cosas, las que guían el ritual, las tres columnas Jónica, Dórica y Corintia, la V.:M y las dos vigilantes que encienden las luces en cada una de ellas, tres el numero que se repite constantemente, tres los puntos que las hermanas recorren por el templo, tres sus paradas, tres los escalones, tres los grados, tres los que presiden la logia, tres las espadas, una la lleva la V.:M, otra la hermana Experta,  y la otra la hermana Guarda Templo, tres las pruebas iniciativas, cuatro los puntos cardinales, cuatro los elementos, agua, fuego, aire y tierra, tres las ventanas que indican la posición del sol en tres espacios de tiempo, después dos columnas mas con unas letras B y J respectivamente, ahí supe que se le paga salario a los aspirantes a subir de grado, los frutos de granadas en las columnas, tres por cuatro, doce las columnas que rodean el templo con los signos del zodiaco, los nudos que entrelazan el templo, y en la puerta de entrada se separan,  las velas, el fuego, la música, oriente, occidente, las hermanas, la guarda templo, la hermana experta, la hospitalaria,  la secretaria, la primera vigilante, la segunda vigilante, la V.:M, la maestra de ceremonia que nos lleva por todo el templo siempre en una misma dirección dando vueltas como el mundo, las compañeras del lado del sol,  las aprendizas en la luna, y demás jerarquías que quizás olvidé,  el ojo que todo lo ve desde arriba, el saco de la viuda, el parvis,  el saco de proposición, la biblia abierta en San Juan con un compás y una escuadra, la plomada, el nivel, el cincel, el martillo, la piedra bruta, la piedra cúbica, las palabras de entrada y así pare de contar…   ¿Las preguntas? son tantas como símbolos existentes, las respuesta por ahora muy pocas, lo cual me da un indicativo de que el camino es largo, muy largo. 

El Pavimento Mosaico.


El hombre ve al mundo “Blanco ó Negro”, y el mundo no es blanco o negro, el mundo es Blanco y Negro, como nuestros pensamientos, como la noche y el día,  como el piso mosaico en nuestros templos. 
Entrar al templo  donde comienza el pavimento mosaico justo entre columnas, parada y al orden conteniendo las emociones o al menos eso se intenta a los tres años de edad,  tres pasos de entrada que comienzan mostrando una realidad distinta con nuestro andar común cuando caminamos, comenzar con el pie izquierdo  es voltear nuestras costumbres al caminar, eso interiormente va volcando todo nuestro andar  en el mundo profano.
El pavimento mosaico intercalado de blancos y negros, nos muestra la dualidad existente en el universo entero, dos opuestos unidos en un mismo conjunto, las dos caras de la misma moneda, el tiempo con la noche y el día, nuestro mundo humano tanto físico como espiritual,  la luz y las tinieblas, el bien y el mal,  oriente y occidente, el cáliz de la dulzura y la amargura en vuestra iniciación, , nuestra vida profana y nuestra vida sagrada, dualidades que nos hablan de dos aspectos de la misma cosa.
La ley de polaridad de los herméticos es un emblema de esta multiplicidad engendrada por la dualidad que constituida por estos pares de opuestos nos muestran dos aspectos a los que debemos enfrentarnos en el tiempo y en la vida. Contener nuestras emociones sobre el pavimento mosaico nos sugieren que debemos cultivar la ecuanimidad sin dejarnos exaltar por unas o abatirnos por otras.
Ver estas dualidades en el mundo y en nuestro interior, con nuestras conductas y las conductas del mundo nos hace pensar en las posibilidades a las que podemos enfrentarnos para resolver adversidades que muchas veces parecen no tener soluciones,  ante el basto piso mosaico nunca debemos desplomarnos, así mismo debe ocurrir fuera del templo, en nuestra vida profana.
Nuestros pies andan por el piso mosaico donde estas polaridades se nos muestran claramente, el negro y el blanco, unos al lado del otro sin tocar sus caras conviven en un mismo espacio, como las agujas del reloj, las tres agujas caminan cada una en su tiempo, en una dirección comparten espacio, cada aguja marca su tiempo y juntas hacen la unión de la exactitud del mismo.  También no los muestra el agua dulce y el agua amarga en la iniciación, la luna y el sol, la luz y las tinieblas, los símbolos aparecen mostrando la verdadera naturaleza humana y divina. Esta en nosotros verlos o no, cada pensamiento tiene su opuesto y esta en el mostrarnos la verdad, por eso no podemos ser radicales, ser radicales en nuestros pensamientos o sentimientos es encontrar el desequilibrio, y nuestro trabajo es reunir lo que esta disperso, es darle un peso justo y perfecto a las cosas.  El piso mosaico masón no los dice, es ahí donde nuestros pasos son dados, es la tierra, el sendero, el camino, que constantemente nos habla y nos recuerda lo frágil que podemos ser así como la fuerza que podemos encausar, caminar al orden y conteniendo nuestras emociones ante el símbolo de esta dualidad nos habré las líneas de pensamiento para lograr finalmente la medida justa y perfecta en la que debemos caminar, ya sea dentro del templo o  en la vida profana.
Estas polaridades o dualidades que se presentan en muchos de los símbolos masones, comienzan a tener un misterio particular en mis observaciones, casi todos los símbolos nos remiten al numero tres,  tema que mas adelante desarrollaremos, pero también están los símbolos que se muestran duales, el piso mosaico con su blanco y su negro, las dos columnas de entrada con sus respectivas letras, la luna y el sol, el cáliz de la dulzura y la amargura.
Estas dualidades parecen activarse como triadas cuando nosotros las activamos en el rito, al entrar al templo justo antes del piso mosaico, al orden, dando los tres primeros pasos de entrada, muestra el “Punto Invisible” de la triada que marcamos nosotros.  Estas dualidades se muestran como un misterio ya que su vinculo con el numero tres no esta explícitamente puesto sino que somos nosotros que lo activamos con el rito, el blanco y el negro están ahí, la oscuridad y la luz, el bien y el mal, el amor y el odio, todas las analogías se presentan, y al entrar al templo nuestro animo debe ser sereno y constante lo cual muestra el triangulo perfecto entre el piso mosaico, y nosotros como punto alto en el medio que juega un papel muy importante  cuando conseguimos el equilibrio y la ecuanimidad en estos dos aspectos o polaridades que la vida nos muestra.  

La Piedra Bruta


 Una mañana fría de otoño me fui al bosque, tenía una tarea, investigar y escribir una plancha sobre la piedra bruta, para eso decidí buscar una piedra sin tallar, empecé a buscar entre la tierra, esperaba encontrar una que no fuera tan grande pero tampoco tan pequeña, saque varias, pero ninguna fue de mi agrado, hasta que al fin una llamó mi atención, estaba a medio cuerpo bajo tierra, gusanos y humedad llena de barro la acompañaban, la limpie un poco con mis manos, luego busque una toma de agua donde le quite el sucio de la tierra  para ver su forma y  su color con mas claridad, era áspera y su color un gris húmedo, pesaba un poco, su tamaño era perfecto para poder ser trabajada. Esperaba encontrar correspondencias con ella, y recordé en un principio mi estancia en el cuarto oscuro el día de mi iniciación, estaba ahí  como yo, bajo tierra, en un espacio frío y oscuro.
Más adelante me senté en una roca grande, puse la piedra a mi izquierda mientras la observaba, tenia una forma ovalada e irregular, dura como cualquier piedra, y pensé que sería difícil tallarla, en principio ni siquiera tenía los instrumentos para hacerlo, así que no me quedaba otra cosa que pensar en ella. 
Estuve un largo tiempo ahí, mirando la piedra, buscaba formas en ella, vi un rostro desfigurado, pero sus formas abstractas predominaban, pensé que esa piedra era mi piedra, que ese rostro era mi rostro, la de la aprendiza que era, una piedra que ha vivido toda su vida bajo tierra, intacta como la naturaleza la creo, sin ningún tipo de trabajo, entonces me pregunte ¿que podía hacer con ella?, sería capaz realmente de tallarla? Era muy dura pensé, ¿sería yo también así de dura?, ¿como podría darle forma?, que instrumentos necesitaría para tallarla y después pulirla.
Después pensé en dejarla ahí, pero decidí llevarmela, la metí en la mochila y en mi espalda la lleve a casa, sentí el peso en mis hombros, cuando llegue, baje al sótano donde tengo mi taller de pintura, pensé que la piedra continuaría bajo tierra y que mientras trabajaba podía seguir pensando sobre las correspondencia que había entre ella y mi persona.
Las preguntas continuaron, muchas veces sin respuestas, ¿cuáles serían esas correspondencias que nos unían?
Pensé en la edad que podría tener esta piedra, en como el tiempo le había dado forma o simplemente esta fue su forma originaria, una forma completamente abstracta pero con mucho mas potencial, ahora estaba en mi culminar la obra de la naturaleza.   ¿ Tendría realmente importancia el factor tiempo en ella? Entonces pensé en el valor de mi tiempo, ahora que comenzaba a crecer, pero las piedras no crecen pensé, e inmediatamente me respondí, pero si son capaz de transformarse y cambiar su forma, el agua, el sol pueden en la naturaleza darle otra apariencia a la misma.  De hecho ya la piedra empezaba a tener otro color con tan solo sacarla de la tierra.
Me parece que hay algo de eternidad en ella, una eternidad que con el tiempo se va transformando, si esta piedra hubiera estado bajo la corriente de un río por ejemplo, el agua la hubiera limpiado y pulido con el tiempo, dándole un aspecto mas ovalado y lizo.  ¿Cuál es mi tiempo o cual ha sido mi historia? Podría remontarme desde el origen de mi primer ancestro, incluso al origen del hombre, estaría entonces yo arrastrando toda la humanidad es sus mas claros defectos y virtudes, defectos que sin trabajo no han podido ser pulidos, que han estado ahí generación tras generación,  esperando ser reajustados o trabajados para lograr una armonía capaz de encajar con las otras en la construcción del templo,  limpiando el barro, y tallando sus irregularidades para darle una forma perfecta,  pero es difícil verse uno mismo, entonces pensé en mi madre, en mi padre, mis abuelos y en lo que han sido o fueron ellos, y en lo que por ende yo soy como una continuidad,  defectos que arrastramos genética y espiritualmente, defectos que debo trabajar para que mis próximas generaciones puedan rectificar esas asperezas , pero como podría yo hacer algo de tal magnitud, meditando sobre mis errores,  esas mismas imperfecciones y asperezas que la piedra muestra son las mismas que yo debo trabajar en mi personalidad, en la mascara deformada  con la que envuelvo todo mi potencial y donde mora el anhelo de perfeccionarme como individuo y poder evolucionar o transformarme, pasar de esa piedra intacta como la naturaleza la creo a una piedra debidamente trabajada.